Sí, una tarta, no me he vuelto loco, simplemente estoy celebrando.
¡Celebro (entre otras cosas...) que hace 3 años que Spartan Gourmet existe!
Tres añitos ya, cómo pasa el tiempo, ay... Poco a poco, discretamente, el blog no ha parado de crecer (ya sé que si no crece más es porque escribo poco...) en gran medida por vuestras aportaciones y exigencia, queridos lectores. Yo no he dejado de aprender, así que mil gracias por esas casi 250.000 visitas, abundante y ricamente sazonadas por vuestros más de 400 comentarios en estos tres años de recetas, de información recopilada, de arengas y de grandes dosis de humor tonto, sólo espero que haya mucho más y mucho mejor.
Celebremos con la tarta preferida de mis invitados. Ahora bien, que nadie se lleve a engaño: es una tarta con azúcar (¡veneno!), pero también para eso tenemos nuestro 20% de concesiones y pecados, para abandonarnos al placer aunque sea un poquito del malo.
Sí puedo proclamar con orgullo que, como todo en este blog, es una tarta ¡SIN GLUTEN! Pero lo dicho, con bastante azúcar y también con lácteos (que ya sabéis que adoro si son de los buenos)... Por lo demás, benditos huevos, maravilloso coco y almendras (elemento que los paleos americanos adoran moler y usar para panes y bollos, cosa que yo tampoco veo que mole hacer tan alegremente, recordad que las grasas de la almendra son poliinsaturadas y por lo tanto no muy resistentes a altas temperaturas...) y también un poco de esa maravilla de la química casera que es el bicarbonato.
Al César lo que es del César, la receta que yo hago es prácticamente igual a esta, del blog La cocina no es lo mío, así que mil gracias a su autora Fátima Galbán. Básicamente en el bizcocho pongo bicarbonato en vez de levadura de sobre (que lleva guarraditas varias) y azúcar moreno, que aporta algún mineralillo más que el blanco y hace la tarta no tan dulce (una vez te desacostumbras al omnipresente azúcar, el sabor muy dulce se te hace un poco empalagoso, si estáis en este rollo Paleo/Primal ya sabéis a qué me refiero). La cobertura sí es aportación mía y por lo tanto diferente, porque adoro la tarta de zanahoria con mascarpone. Y ahora sí, vamos al temario...
Ingredientes para un buen cumpleaños:
Conviene mucho, por sabor y por salud, dejar las almendras (que sean peladas) la noche anterior en remojo con un poquito de sal (aquí tienes el porqué). Al día siguiente, precalentar el horno a 160º C, lavar, quitar las puntas y pelar las zanahorias y triturarlas en un procesador de alimentos (en su defecto, rallarlas), triturar también las almendras (ojo, que al estar húmedas harán pronto una pasta y enseguida una mantequilla y simplemente queremos harina) en un procesador de alimentos (en su defecto..., en su defecto mejor comprar harina de almendra, porque como tengáis que rallar o moler a mano las almendras...). Mezclar muy bien todos los ingredientes: zanahoria triturada, harina de almendra, coco rallado, azúcar, huevos y bicarbonato, una vez más, a máquina será mucho más sencillo, si no paciencia.
Ponemos en un molde de unos 20 cm. de diámetro (si es de silicona, tal cual, si no, habrá que engrasarlo bien) y al horno 15 minutos a 160º, después subimos la temperatura a 180º y dejamos 30 minutos más. A partir de ahí conviene observar para que no se tueste demasiado por fuera y pinchar con un palito para comprobar si está hecho por dentro (si sale limpio, la masa está cocida), puede necesitar unos 15 minutos más dependiendo del horno (yo en ocasiones en los últimos minutos le dejo encendida sólo la placa de abajo para que el bizcocho no se queme por arriba pero se termine de cocer por dentro). Una vez hecho sacamos del horno, desmoldamos y dejamos que se enfríe un poco.
Para la cobertura simplemente ponemos la mantequilla y el mascarpone en un bol y le damos un golpe de microondas para que se pueda mezclar y luego extender. Añadimos la cucharadita de vainilla (yo utilizo esencia natural líquida) y mezclamos bien todo hasta crear una pasta homogénea que procederemos a extender por toda la superficie visible de la tarta con una espátula o cuchillo. Es importante que el bizcocho ya esté bastante templado porque si no se derretirá la grasa del queso y se separará.
Después podéis meter la tarta en la nevera unas horas para darle más consistencia a la cobertura, pero recomiendo consumirla a temperatura ambiente. Si después sobra algo (eso es que erais pocos o ya habíais comido mucho...), sí es conveniente guardar en el frigo.
Y no, esta vez no me voy a entretener con las propiedades nutricionales del plato, que por otra parte sí lleva ingredientes sanos y nutritivos, pero estamos celebrando y por lo tanto sólo dándonos placer, que no sólo no es malo de vez en cuando, sino que también es saludable ya que tiene un buen impacto en nuestras hormonas eso de soltarse y despreocuparse aunque sólo sea un rato.
Os deseo un felicísimo 2014, lleno de salud radiante, de alegría junto la gente que queréis y os quiere y estimulantes retos aventureros, profesionales y personales como el que a mí se me presenta: ¡mi novia está embarazada!
Celebren la vida siempre que haya ocasión,
Nach
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¡Celebro (entre otras cosas...) que hace 3 años que Spartan Gourmet existe!
Tres añitos ya, cómo pasa el tiempo, ay... Poco a poco, discretamente, el blog no ha parado de crecer (ya sé que si no crece más es porque escribo poco...) en gran medida por vuestras aportaciones y exigencia, queridos lectores. Yo no he dejado de aprender, así que mil gracias por esas casi 250.000 visitas, abundante y ricamente sazonadas por vuestros más de 400 comentarios en estos tres años de recetas, de información recopilada, de arengas y de grandes dosis de humor tonto, sólo espero que haya mucho más y mucho mejor.
Celebremos con la tarta preferida de mis invitados. Ahora bien, que nadie se lleve a engaño: es una tarta con azúcar (¡veneno!), pero también para eso tenemos nuestro 20% de concesiones y pecados, para abandonarnos al placer aunque sea un poquito del malo.
Sí puedo proclamar con orgullo que, como todo en este blog, es una tarta ¡SIN GLUTEN! Pero lo dicho, con bastante azúcar y también con lácteos (que ya sabéis que adoro si son de los buenos)... Por lo demás, benditos huevos, maravilloso coco y almendras (elemento que los paleos americanos adoran moler y usar para panes y bollos, cosa que yo tampoco veo que mole hacer tan alegremente, recordad que las grasas de la almendra son poliinsaturadas y por lo tanto no muy resistentes a altas temperaturas...) y también un poco de esa maravilla de la química casera que es el bicarbonato.
Al César lo que es del César, la receta que yo hago es prácticamente igual a esta, del blog La cocina no es lo mío, así que mil gracias a su autora Fátima Galbán. Básicamente en el bizcocho pongo bicarbonato en vez de levadura de sobre (que lleva guarraditas varias) y azúcar moreno, que aporta algún mineralillo más que el blanco y hace la tarta no tan dulce (una vez te desacostumbras al omnipresente azúcar, el sabor muy dulce se te hace un poco empalagoso, si estáis en este rollo Paleo/Primal ya sabéis a qué me refiero). La cobertura sí es aportación mía y por lo tanto diferente, porque adoro la tarta de zanahoria con mascarpone. Y ahora sí, vamos al temario...
Ingredientes para un buen cumpleaños:
Como es pecado la foto está hecha con nocturnidad... |
- Bizcocho:
- Zanahorias (300 gr. peladas)
- Almendras crudas (o harina de almendras 150 gr.)
- Azúcar moreno (150 gr.)
- Coco rallado (60 gr.)
- Huevos (3, eco/de corral)
- Bicarbonato sódico (1 cucharada)
- Cobertura:
- Mascarpone (250-300 gr.)
- Mantequilla (1 cucharada colmada)
- Esencia de vainilla (1 cucharadita)
Conviene mucho, por sabor y por salud, dejar las almendras (que sean peladas) la noche anterior en remojo con un poquito de sal (aquí tienes el porqué). Al día siguiente, precalentar el horno a 160º C, lavar, quitar las puntas y pelar las zanahorias y triturarlas en un procesador de alimentos (en su defecto, rallarlas), triturar también las almendras (ojo, que al estar húmedas harán pronto una pasta y enseguida una mantequilla y simplemente queremos harina) en un procesador de alimentos (en su defecto..., en su defecto mejor comprar harina de almendra, porque como tengáis que rallar o moler a mano las almendras...). Mezclar muy bien todos los ingredientes: zanahoria triturada, harina de almendra, coco rallado, azúcar, huevos y bicarbonato, una vez más, a máquina será mucho más sencillo, si no paciencia.
Ponemos en un molde de unos 20 cm. de diámetro (si es de silicona, tal cual, si no, habrá que engrasarlo bien) y al horno 15 minutos a 160º, después subimos la temperatura a 180º y dejamos 30 minutos más. A partir de ahí conviene observar para que no se tueste demasiado por fuera y pinchar con un palito para comprobar si está hecho por dentro (si sale limpio, la masa está cocida), puede necesitar unos 15 minutos más dependiendo del horno (yo en ocasiones en los últimos minutos le dejo encendida sólo la placa de abajo para que el bizcocho no se queme por arriba pero se termine de cocer por dentro). Una vez hecho sacamos del horno, desmoldamos y dejamos que se enfríe un poco.
Para la cobertura simplemente ponemos la mantequilla y el mascarpone en un bol y le damos un golpe de microondas para que se pueda mezclar y luego extender. Añadimos la cucharadita de vainilla (yo utilizo esencia natural líquida) y mezclamos bien todo hasta crear una pasta homogénea que procederemos a extender por toda la superficie visible de la tarta con una espátula o cuchillo. Es importante que el bizcocho ya esté bastante templado porque si no se derretirá la grasa del queso y se separará.
¿Alguien tiene unas velitas? |
Después podéis meter la tarta en la nevera unas horas para darle más consistencia a la cobertura, pero recomiendo consumirla a temperatura ambiente. Si después sobra algo (eso es que erais pocos o ya habíais comido mucho...), sí es conveniente guardar en el frigo.
Y no, esta vez no me voy a entretener con las propiedades nutricionales del plato, que por otra parte sí lleva ingredientes sanos y nutritivos, pero estamos celebrando y por lo tanto sólo dándonos placer, que no sólo no es malo de vez en cuando, sino que también es saludable ya que tiene un buen impacto en nuestras hormonas eso de soltarse y despreocuparse aunque sólo sea un rato.
¡Salivad, malditos! |
Os deseo un felicísimo 2014, lleno de salud radiante, de alegría junto la gente que queréis y os quiere y estimulantes retos aventureros, profesionales y personales como el que a mí se me presenta: ¡mi novia está embarazada!
Celebren la vida siempre que haya ocasión,
Nach
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Te ha quedado estupenda. Enhorabuena por los 3 años bloggueando. La voy a hacer pero sustituyendo la mantequilla del frosting por un poquito de agar agar y así me "ahorro" algo de grasa. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Raquel! Pero... estás segura de que quieres ahorrar grasa???? La grasa es lo mejor!!!!!! Jajaja
Eliminar¡Con la del Mascarpone voy bien surtida! :D Se me escapó felicitarte por tu futura paternidad. ¡Enhorabuena y suerte!
EliminarMuchas gracias! En cuanto a la grasa, como dice abajo Francisco, jeje...
EliminarEnhorabuena por estar esperando un bebé. Eso si que es un logro, aunque habrá noches que pensarás: "el daño ya está hecho" jajajajaja. Ya sabemos a que te dedicas cuando no escribes, pillin.
ResponderEliminarTambién enhorabuena por los tres años de tu blog ¡Y que sean muchos más!.
Te deseo un feliz 2014 (¡Que original!) y sobre todo que sigas con tu estilo desnfadado y tu humor tonto. Hace mucha falta, más de lo que crees.
Me encanta esta tarta, pero no la voy a hacer (esta vez). Estoy en fase paleo radical, a ver si arreglo una lesión.
Respecto a la entrada anterior:"Cuanta más grasa, mejor se pasa".
Saludos.
Jajjaaja, muy de acuerdo en lo de la grasa..., muchas gracias por comentar y por todo lo que me dices y aportas, Francisco! Que te recuperes pronto!
EliminarNacho, enhorabuena por esos 3 años ahí al pie del cañón, alegrándonos la vida a todos los que te leemos... Pero sobre todo, ¡enhorabuena por ese futuro bebé! Si ya veía yo que estaba al caer... ;)
ResponderEliminarEsa tarta tiene una pinta... Me la guardo para un día de celebración!
Besetes, guapo!!
Muchas gracias, Edurne! Ya me notabas más empanao de lo habitual, eh...? Jajaja. Bueno, a ver si me centro (ahora soy yo el que se va a mudar...) y por fin hago un pedido en tu flamante tienda!
EliminarGracias y no sé, no conozco tu web...
ResponderEliminarEnhorabuena, Nacho. Qué alegría: un bebé espartano!! :))
ResponderEliminarAh, y felicidades por los tres años del blog.
Muchas gracias por la receta, tiene una pinta estupenda.
Un abrazo.
Muchas gracias y muchas gracias, Vanessa!
EliminarFelicidades por el embarazo!!
ResponderEliminar¿como ves lo de sustituir la harina de almendra por la de castaña? es que no se el motivo pero la encuentro mas fácilmente por aquí. Gracias
Gracias, Diamond Life!
EliminarPerdona el mes en contestar... Lo veo bien, las castañas tienen más hidratos que grasas, el calor producirá menos grasas deterioradas por lo tanto. No sé a nivel de textura, por el alto contenido en proteína de la almendra... Aunque supongo que a estas alturas ya habrás salido sola de dudas...
Quería hacer una preguntilla, paleoestudiosos: Que tan mala es la soja? Unos me han dicho que es cancerígena, otros que era una bendición del señor. Ayuda? Experiencias propias? Estoy extremadamente confundida. Una vez probé un batido con leche de soja y me pareció genial, decidí probarla pura y me pareció un verdadero asco. Que le pondrán para cambiarle el sabor? Saborizantes? Colorantes? Sangre de demonios? Ayuda!
ResponderEliminarA grandes rasgos: la soja sólo la como (y sólo la recomiendo) como los orientales, es decir, fermentada y en pequeñísimas cantidades. Miso, tamari (salsa de soja), natto y tempe (las dos últimas son más difíciles de encontrar y de hecho la última ni siquiera la he probado).
EliminarPara más datos sobre los mitos y realidades de la soja, este fantástico artículo:
http://mividaprimal.com/mitos-y-verdades-sobre-la-soja/
Me han respondido! Por nuestro señor Coco-san! Apocalipsis! Fuera de broma, gracias, el artículo es genial, me aclaro muchas dudas que tenia. Por otra parte, estuve investigando lo del batido, y estoy segura de que no quieren saberlo. Saborizantes a rebosar, todo bien repleto de azúcar. La próxima vez comere una fruta si tengo ganas de algo dulce ;)
EliminarJajaja, Coco-san?! Jajaja, la verdad es que yo no es que reciba un aluvión de comentarios y es todo un trabajo responderlos uno por uno, cosa que sigo haciendo..., sirva eso de disculpa a los que andan más solicitados...
EliminarImaginaba lo del batido... Buena decisión lo de la fruta si te apetece algo dulce! Y muelte a la soja!
Qué facil parece y qué difícil que salga bueno! :)
ResponderEliminarJajaja, no es nada difícil! En serio!
EliminarMe encanta la versión que has hecho de mi tarta!!!
ResponderEliminarFeliz fin de semana!!!
Tienda de repostería creativa Dulcerio del Bueno
Recetas Dulcerio del Bueno
Qué bien! Mil gracias a ti, Fátima! La tarta es increíble!
Eliminarapenas estoy investigando esto de la dieta paleo, pero mi madre nos quito el azúcar o cualquier tipo de endulcorante desde niños, la tarta la puedes endulzar con dátiles y ya no le tienes que agregar azucar
ResponderEliminarMil gracias, Paula!
EliminarLa próxima vez pruebo!
Hola que tal?la dieta paleo no utiliza azucar por lo que tengo entendido,pero aqui usas azucar negra,por que?si se puede saber,gracias de antemano
ResponderEliminarQue buena pinta! Estupenda receta!
ResponderEliminarFelicidades y Saludos :)
Mil gracias elreceton! Saludos!
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